Tersa, pulida, rosada
¡cómo la acariciarían,
sí, mejilla de doncella!
¡cómo la acariciarían,
sí, mejilla de doncella!
Entreabierta, curva, cóncava,
su albergue, encaracolada,
mi mirada se hace dentro.
Azul, rosa, malva, verde,
tan sin luz, tan irisada,
tardes, cielos, nubes, soles,
crepúsculos me eterniza.
su albergue, encaracolada,
mi mirada se hace dentro.
Azul, rosa, malva, verde,
tan sin luz, tan irisada,
tardes, cielos, nubes, soles,
crepúsculos me eterniza.
En el óvalo de esmalte
rectas sutiles, primores
de geometría en gracia,
la solución le dibujan,
sin error, a aquel problema
propuesto
en lo más hondo del mar.
rectas sutiles, primores
de geometría en gracia,
la solución le dibujan,
sin error, a aquel problema
propuesto
en lo más hondo del mar.
Pero su hermosura, inútil,
nunca servirá. La cogen,
la miran, la tiran ya.
Desnuda, sola, bellísima
la venera, eco de mito,
de carne virgen, de diosa,
su perfección sin amante
en la arena perpetúa.
Pedro Salinas
nunca servirá. La cogen,
la miran, la tiran ya.
Desnuda, sola, bellísima
la venera, eco de mito,
de carne virgen, de diosa,
su perfección sin amante
en la arena perpetúa.
Pedro Salinas
"La concha" canviant.;)
ResponEliminaTersa, polida, rosada...
Elimina;D
una delicia, Pedro Salinas va entrar en la meua vida en l'epoca de l'institut com a lectura obligatòria, he de reconèixer que va ser una magnífica obligació
ResponEliminaUna obligació magnífica i enriquidora. Un gran poeta!
EliminaLes coses boniques, no tenen perquè ser útils, i la conxa és preciosa...Sempre la podem admirar.
ResponEliminaJo en tenia una com aquesta del poema. Me la mirava i em semblava impossible tanta perfecció, tanta bellesa.
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